Hoy en día todos hablan sobre la resiliencia y sobre aceptar las circunstancias que la vida nos pone enfrente como si fuera muy sencillo, pero ¿Podemos hacerlo? La respuesta es sí, si lo deseamos podemos hacerlo, pero sencillo sencillo no es. No nos engañemos, no somos ni el Buda, ni Jesús, ni el Dalay Lama; entonces cuando sucede algo que no nos gusta es normal que nuestra respuesta inicial sea negativa, es decir que experimentemos resistencia y por ende sufrimiento.
En el artículo de hoy hablaremos sobre cómo podemos reaccionar ante lo que desde nuestra percepción no es adecuado, y en el siguiente habrá un cuadernillo de trabajo para identificar lo que no estamos aceptando y poder quitarle poder.
No podemos lograr que una situación que nos desagrada se desvanezca porque no controlamos nada externo a nosotros. Ahora bien, lo que sí controlamos es cuánto tiempo vamos a resistirnos a ella y por lo tanto cuanto tiempo vamos a sufrir.
Frente a lo que desde nuestro punto de vista es adverso tenemos dos opciones, una es tomar el camino de la aceptación que nos dará paz y felicidad, y la otra es tomar el camino de la resignación que nos dará malestar y sufrimiento.
1. Paso Prestar atención a lo que estoy sintiendo
Como se mencionó anteriormente el primer eslabón de las dos opciones es el mismo, la resistencia. Aquí nuestra actitud está caracterizada por la lucha, en vez de actuar acertadamente nos limitamos a una sola posibilidad incluso cuando la vida repetidamente nos ha dicho NO. En este punto tendremos que estar muy atentos a todas las sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos que pasan por nuestra cabeza. Observarnos nos ayuda a tomar consciencia de lo que está sucediendo y sobretodo a conservar la objetividad. Si perdemos la objetividad inconscientemente tomaremos el segundo camino.
Quien se resiste es nuestra parte inconsciente (ego) no la consciente (ser).
2. Paso Resiliencia vs Negación
Resiliencia
Cuando somos resilientes gestionamos nuestras emociones y conservamos nuestro estado de ánimo porque sabemos que nuestra felicidad no depende del exterior. Percibimos la adversidad como una posibilidad para ser mejores, no nos avergonzamos de nuestros errores y al aceptarlos corregirlos es mucho más sencillo. Somos conscientes de que todo lo que sucede en nuestra vida es el resultado de las intenciones, pensamientos y acciones que hemos sembrado en el pasado, por esto nos auto observamos y desde nuestra flexibilidad y positivismo, nos enfocamos en buscar soluciones. Ley de causa y efecto, Karma.
Auto observación + Análisis + Identificación de errores + Corrección + Aprendizaje = Aceptación
Negación
En la negación somos incapaces de gestionar nuestras emociones, rápidamente nuestro estado de ánimo se ve afectado frente a cualquier cosa que se salga de nuestros parámetros, para sentirnos bien dependemos de los acontecimientos externos. Está dependencia nos hace inflexibles por lo tanto en vez de buscar un nuevo camino, nos nublamos perdiendo la objetividad y apegándonos a la necesidad de que la situación cambie en vez de cambiar nosotros. Una de las características más notorias en esta etapa es que solemos engañarnos y ver solo lo que queremos ver, por esta razón nos estancamos y la resistencia llega a agotarnos.
3. Paso Aceptación vs Resignación
Aceptación
Después de habernos auto observado, analizado, identificado errores, corregido y sacando el aprendizaje de la experiencia para no volver a actuar de la misma forma, y por lo tanto no generar los mismos resultados; aparecerá en nosotros la aceptación.
Sabremos que hemos aceptado cuando al pensar en la situación que nos producía sufrimiento, no sintamos ninguna clase de molestia. Al sentirnos tranquilos frente a las circunstancias que la vida nos pone, conservamos nuestra energía vital, nos llenamos de comprensión y llegamos a entender que todo lo que sucede es perfecto tal y como es, porque nos lleva a ser mejores y también porque en ocasiones eso que tanto deseamos, posiblemente no es lo más adecuado para nosotros.
Resignación
Después de permanecer bastante tiempo en la negación y haber sufrido lo suficiente, llegará un momento en que no podamos engañarnos más y pasaremos a conformarnos con la situación. El problema en este caso está en que nos adaptamos a lo que la vida nos ofrece pero a disgusto, no buscamos opciones, y nos atascamos. Muy posiblemente si la vida nos presenta una nueva oportunidad caigamos en los mismos errores de antes, porque al haberlos negado no sabemos que existen, es decir, no somos conscientes de lo que hacemos y generaremos un resultado similar nuevamente.
“Lo que niegas te somete y lo que aceptas te transforma” Carl Gustav jung
Paz interior vs Malestar interior
Paz interior
En este estado nos sentimos bien, nos respetamos, respetamos a los demás y al estar tranquilos ofrecemos al mundo lo mejor que tenemos. Disfrutar de lo simple de la vida se hace fácil porque fluimos y nos movemos en ella como peces en el agua.
Si permaneciéramos en este estado continuamente nuestra sociedad sería muy distinta, lograríamos vivir en armonía unos con otros. En todo caso, la idea es ir aprendiendo y teniendo hábitos físicos y mentales que nos lleven a permanecer en este estado de forma continua. Lo importante es que en la medida que tomemos el primer camino para vivir las experiencias, poco a poco no acercaremos más a un equilibrio mental, emocional, físico, etc.
Malestar interior
Evidentemente aquí nos sentimos mal, nos llenamos de culpa o culpamos a los otros por lo que nos pasa; al haber perdido la objetividad observamos el mundo con las gafas de la negatividad y lo único que podemos ofrecer al entorno es eso mismo, negatividad. Comenzamos a atraer situaciones y personas que vibran en la misma polaridad por ley de correspondencia y nuestra vida puede convertirse en una pesadilla.
Reflexión
Está claro que pendulamos entre el camino uno y dos dependiendo de las situaciones, pero es nuestra responsabilidad intentar tomar el camino de la aceptación y la paz interior. Siempre tenemos una oportunidad para cambiar de elección. Es complejo, no digo que no, pero es la única forma de aprovechar nuestra vida, ser felices, dar lo mejor y vivir en paz.
Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com
La causa primera de la infelicidad nunca es la situación, sino tus pensamientos sobre ella. Etckhart Tolle.