El amor es el sentimiento más bonito que podemos experimentar los seres humanos. No hablo sólo del amor de pareja, podemos sentir amor por cualquier persona. Gracias a este hemos perdurado como especie, la entrega de los padres hacia sus hijos es la muestra más clara del amor verdadero.

Cuando se ama realmente, hay una profunda intención de hacer el bien al otro, nace en nosotros un creciente sentimiento de dar sin esperar nada a cambio. Ese dar, genera en nosotros una sensación de plenitud y satisfacción que nos llena de gozo, logrando que cualquier vacío interno desaparezca. Esa plenitud, satisfacción, felicidad y llenura, es una reacción interna a la acción de dar de forma altruista. Esto suena fantástico, pero el ser humano debe estar extremadamente alerta para evitar que el amor se convierta en apego.

Si no somos conscientes de que lo que nos hizo experimentar los sentimientos mencionados es nuestra capacidad de amar y proviene de nuestro interior, corremos el riesgo de creer que nuestra felicidad se originó afuera de y pondremos nuestra atención y enfoque en el objeto externo.  Necesitaremos poseerlo, sin darnos cuenta lo convertiremos imaginariamente en la fuente de nuestra satisfacción, daremos más valor a sus cualidades de lo que realmente tienen llegando a la idolatría. En este momento aparece en nosotros una sensación de necesidad que envenena y termina por destrozar nuestras relaciones. Es aquí cuando el amor se ha transformado en apego.

En el instante en que el apego ha entrado a ser parte de nuestra relación se genera una especie de adicción, surge en nosotros la idea de que si el otro nos necesita no se irá de nuestro lado y de esta forma nos proporcionará lo que necesitamos convirtiéndonos en personas posesivas y controladoras.

Más adelante brota el miedo a perder o a ser abandonado. Estos miedos están acompañados de sentimientos como la ira, los celos, etc. dando como resultado el sufrimiento de las dos personas y por último la ruptura.

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Pautas para Frenar el Apego

Eres Tú el único que puede hacerse Feliz

Seremos capaces de mantener el amor y evitar que se contamine,  haciendo consciencia de que el sentimiento de satisfacción y felicidad que experimentamos al amar a alguien, se origina en nuestro interior como resultado de la intención pura de dar y de hacer y desear el bien sin esperar nada, en vez de emerger del objeto externo.  

Entrenar el Dar

Cuando nos relacionemos con alguien en vez de pensar en qué nos pueden ofrecer, enfoquémonos en qué podemos entregar nosotros. Comencemos a vivir en función de dar y no de recibir, convirtámoslo en  un hábito. Recordemos que no podemos pedir lo que no hemos dado.

Si nos enfocamos en una persona poniendo en sus hombros la responsabilidad de hacernos felices, terminaremos por atraer a alguien que al igual que nosotros nos haga responsables de su felicidad.

Sé Generoso

La generosidad es un arma infalible contra el apego, ser generosos no implica necesariamente tener los bolsillos llenos de dinero. Regalemos a los demás sonrisas, abrazos, cumplidos, una buena charla, una tarjeta, etc.

Cualquier expresión que venga del corazón y de forma desinteresada llenará a los demás y por ende a nosotros.

Permanece Alerta

Es indispensable mantenernos muy atentos a lo que sentimos en cada momento. Preguntas como: ¿Quiero que el otro se comporte de una manera determinada para que yo sea feliz? ¿Acepto al otro como es o siento la necesidad de cambiarlo? ¿Estoy dando sin esperar nada a cambio? ¿Busco la felicidad de la persona con la que me relaciono o vivo en función de la mía?, etc. pueden ayudarnos a identificar hacia dónde estamos llevando nuestra relación, y en el caso de ir por el camino equivocado,  tomar correctivos.

Crea en ti la Sensación de Satisfacción

Tenemos todo para vivir, podemos respirar, ver, sentir y muchas cosas más. Prestemos atención a lo que tenemos y evitemos enfocarnos en lo que no tenemos. Agradezcamos… la oportunidad de experimentar esta vida, es única. ¡¡¡DISFRUTEMOS!!!Cuando hay amor, los involucrados crecen como individuos y a su vez fortalecen la relación, hay evolución.

Dando libertad al otro, permitimos que se desarrolle y siendo libres nosotros también nos transformamos. No permitamos que el apego nos esclavice y deteriore lo que más disfrutamos que es compartir con los demás y amar desinteresadamente.

En el amor no hay separación, no hay un yo y un tú sino un nosotros. Comencemos a hacer consciencia de que somos parte de un todo y que si te hago mal, me hago mal a mí mismo. Estamos interconectados, reavivemos esta conexión y evolucionemos a la pureza. Llenemos nuestros corazones de luz y compartamos con quienes nos rodean.

!!!Todos Somos Uno!!!

Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com

«El amor es feliz cuando puede dar algo. El apego es feliz cuando puede quitar algo.» Osho