He decidido escribir este artículo porque muchas personas hablan del karma cuando a otro le sucede algo, pero no suelen aplicarlo en su vida o a sí mismos.

¿Sabes que es el karma en realidad? ¿Conoces su funcionamiento? ¿Sabías que no solo hay karma negativo sino también positivo? ¿Te gustaría aprender a utilizar el karma negativo como herramienta de aprendizaje? Entonces sigue leyendo porque responderé a todas estas preguntas en el artículo de hoy.

¿Qué es el karma y como funciona?

Has escuchado la afirmación “cosechas lo que siembras”, su significado es muy simple, quiere decir que todo lo que sale de nosotros va a regresar. Realmente no nos debería preocupar cómo el karma afecta a los demás sino cómo nos está afectando a nosotros en este momento de nuestra vida.

Nuestras experiencias presentes no son más que el resultado de las semillas que hemos sembrado en el pasado.

La responsabilidad de lo que vivimos no es del azar. Hay personas que se quejan diciendo que todo les sale mal o que no tienen buena suerte, entonces, eligen permanecer comparándose con los demás hasta incluso llegar a sentir envidia como si esa actitud fuera a solucionar algo.

Supongamos que no eres de los que creen en la mala suerte pero culpas de tus desgracias siempre a los demás ¿Crees que esa idea puede ayudarte en algo? La respuesta es no, nuestra vida es como es por la ley de causa y efecto o mejor conocida como karma. Esta ley dice que cada efecto tiene su causa y que cada causa tiene su efecto, por lo tanto nuestras experiencias no son nada más que el resultado de nuestros pensamientos, intenciones y acciones del pasado.

¿Sabías que no solo hay karma negativo sino también positivo?

No todo son jalones de oreja, igual que lo que no te gusta de tu vida lo has originado tú, lo que te gusta también, esto es lo que se llama karma positivo. Es esa cosecha que tanto nos gusta recoger.

La belleza de un abrazo sincero, la sensación de sentirnos queridos, la capacidad de sentirnos en paz en cualquiera que sea la circunstancia que tengamos, el reconocimiento en nuestro trabajo, un aumento, una relación de pareja saludable, una vida equilibrada y armónica… La lista es interminable y todo esto que nos llena de felicidad, también es el resultado de nuestros pensamientos, intenciones y pensamientos positivos del pasado.

El secreto de nuestro presente está en la sumatoria de lo que hemos hecho en el pasado, y nuestra satisfacción futura será directamente proporcional a la sumatoria de lo que hagamos en nuestro presente.

A que ahora te gusta más lo que estás leyendo, claro, y a mí lo que escribo. Solo imagina tener en nuestras manos la capacidad de corregir todo lo que nos frustra y de poder vivir felices y satisfechos a través de nuestros actos, no se a ti pero a mí me llena de poder, de ganas, de independencia, de responsabilidad.

¿Cómo utilizar el karma negativo cómo herramienta de aprendizaje?

Imagina por un momento que la vida es una escuela en la que nos hemos apuntado para aprender a ser felices y a vivir en equilibrio. A diario en clase hacemos diferentes ejercicios y aprendemos conceptos.

Cada determinado tiempo nos vemos enfrentados a una prueba (situaciones que vivimos en nuestro día a día), los aciertos (karma positivo) o fallos (karma negativo), son los que nos permiten identificar nuestros comportamientos errados del pasado (intenciones, pensamientos y acciones negativas) para poder corregirlos, y reforzar los adecuados (intenciones, pensamientos y acciones positivas) con el fin de aprobar y así no repetir una y otra vez el mismo examen.

Como ya sabemos cómo generamos nuestra realidad, ahora me gustaría compartir con ustedes una ecuación.

captura-de-pantalla-2016-11-18-a-las-10-25-05

La intención es la motivación que nos conduce a hacer algo, cuando esta está contaminada, cualquier acto se transforma inmediatamente en algo negativo.

Usualmente no estamos atentos a dichas motivaciones, nos enfocamos solo en las acciones sin darnos cuenta que el primer eslabón es el más importante. Es por esto que en muchas ocasiones pensamos que hemos hecho algo bueno cuando en realidad no.

Si realmente queremos llegar a estar en paz primero debemos depurar nuestra mente. Una mente libre de sentimientos y emociones negativas es incapaz de tener intenciones negativas, por esto, sus pensamientos y actos siempre están enfocados en construir para todos en vez de en destruir destruir a otros.

Cuando te enfoques en construir, tus resultados y experiencias serán satisfactorias. 

Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com

“Cambia tú y cambiará tu mundo”