En la primera parte hablé sobre cómo el entorno nos programa desde la niñez, en la segunda sobre la fórmula de la felicidad y sus componentes, en el artículo de hoy y en el siguiente profundizaré en cómo poner en práctica la fórmula en nuestra vida.

Primero me gustaría ser enfática en que el cambio está en nosotros y en que cuando iniciamos este trabajo, lo que nos debe importar es el camino y no el fin porque si nos concentramos en ver resultados rápidamente, lo que lograremos será desilusionarnos y posiblemente renunciar a lo único que en verdad nos puede hacer felices. Los resultados se verán, lo he verificado en primera persona, pero en mi caso ha sido vital poner toda mi atención en el día a día.

Cómo siempre digo, lo único sobre lo que tenemos poder es nuestro estado de ánimo y la forma como respondemos a los estímulos del exterior. Todo lo que sucede a nivel externo está fuera de nuestro control, no controlamos el clima, el tráfico, el comportamiento de los demás hacia nosotros, las situaciones o circunstancias; por esta razón, no tiene sentido que eso que no controlamos tenga poder sobre nosotros.

Frente a la vida tenemos dos opciones:

La primera es resistirnos y luchar contra la realidad produciendo desgaste y sufrimiento, y la segunda es aceptarla, aprender de ella y hacer un cambio interno asimilando nuestros errores y depurando nuestra identidad con el fin de comenzar a generar resultados más armónicos, paz interior y por consiguiente felicidad.

Cada individuo tomará su decisión, pero si lo que realmente desean es vivir en paz y comenzar a disfrutar la vida sin depender de todo lo que los rodea, la clave está en aplicar la fórmula de la que hablé la semana pasada, hoy nos concentraremos en el primer componente.

Sustituir creencias y conceptos que nos producen dolor, por otros que produzcan satisfacción

Es importante comprender que interpretamos lo que sucede a través de nuestra identidad (gafas, lentes), esta toma forma a partir de toda la información que recibimos desde muy pequeños. Si estamos llenos de creencias limitantes y conceptos negativos (gafas-lentes sucios) ¿Se imaginan lo que podemos estar interpretando.

Para limpiar nuestras lentes, primero debemos encontrar las manchas por decirlo de alguna manera y luego realizar el proceso de sustitución que consiste en hacer una reprogramación mental. En resumen es como si comenzáramos a hacer una dieta en la que cambiamos los alimentos que nos dañan, por alimentos saludables. «Detox mental»

Las creencias o conceptos limitantes, se caracterizan por producir en nuestro interior cualquier sensación, emoción, sentimiento o cualquier cosa negativa; para identificarla es importante que día a día tengamos en cuenta las siguientes pautas:

Convertirnos en observadores:

Usualmente nuestro diálogo mental dirige nuestra vida. Por nuestra cabeza pasan más de sesenta mil pensamientos al día, de los cuales aproximadamente el 85% son negativos y sin darnos cuenta desencadenan en nuestro interior un proceso de desgaste energético que nos lleva a ver la vida de forma subjetiva y a seguir contaminando nuestra mente (ensuciando las gafas-lentes). Está claro que ya tenemos suficiente con toda la porquería que se ha ido acumulando en años, no necesitamos más, necesitamos depurar (limpiar).

Estar alerta a cualquier molestia:

Usualmente cuando algo se sale de nuestros planes o expectativas aparece nuestro conflicto interno (sensaciones, emociones, sentimientos, etc. negativos); hablaré de él puntualmente en el siguiente post. Es importante que cuando este aparezca, en vez de alimentarlo y entrar en bucle, lo observemos y lo desenmascaremos haciendo reflexión sobre su origen real. Su verdadero origen será nuestra creencia o concepto limitante. En resumen, nuestro conflicto interno es el que nos revelará las creencias o conceptos puntuales que debemos sustituir.

Proceso de sustitución o reprogramación:

Aquí lo que haremos, será tomar la creencia que hemos descubierto a partir de la gestión de nuestro conflicto interno, y construir una idea que nos de armonía para sustituir eso que nos estanca, por algo que nos impulse y nos llene de positivismo. “Cuadernillo de trabajo para sustituir creencias o conceptos limitantes”

Conclusion

Todo lo que no aceptamos en la vida nos convierte en esclavos, cada componente de nuestra identidad que nos produce conflicto interno es un barrote de la jaula que hemos construido y que solamente nosotros mismos podremos destruir. Nada ni nadie tienen la culpa de lo que vivimos, nuestras experiencias simplemente son situaciones que como mencioné antes, dependiendo de nuestras lentes elegimos interpretar de una u otra manera. Podemos liberarnos, podemos retomar el poder si dejamos de concentrarnos en que los demás cambien o en que las cosas sucedan como queremos y comencemos a concentrarnos en cambiar a nivel interno.

Cada vez que comienzo un proceso de coaching con alguien, le explico que nuestra mente funciona como un músculo y que para desarrollarla es indispensable ejercitarla.

Cuando queremos tonificar nuestro cuerpo lo primero que solemos hacer es contratar a un entrenador; él nos dirá qué clase de alimentación, ejercicios, repeticiones y kg de peso son adecuados para alcanzar nuestras metas. Ahora bien, el trabajo no lo hace el entrenador, su papel simplemente es guiarnos. El trabajo tendremos que hacer nosotros y solo nosotros tenemos la responsabilidad de conseguir o no nuestros objetivos. Comprendamos de una vez por todas que las cosas no suceden por arte de magia, sino más bien por ley de causa y efecto y ley de correspondencia.

Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com

Video de 60 SEGUNDOS DE REFLEXIÓN 

“Cambia tú y cambiará tu mundo”

FOTO: FOTOLIA.COM