Hace unos días me hicieron la siguiente pregunta: ¿Existe una fórmula universal para ser feliz o para cada persona es diferente? Esta pregunta me gusto tanto, que he decidido profundizar en el tema este mes.
En la primera parte hablaré sobre cómo nuestra cabeza es programada desde la niñez y cómo muchos de esos programas nos producen insatisfacción, en la segunda sobre hablaré sobre los componentes de la formula de la felicidad, en la tercera enseñaré a hacer un proceso de transformación individual, y en la última les daré un cuadernillo práctico.
Desde mi punto de vista sí existe una fórmula universal de la felicidad pero la aplicación en cada persona es distinta.
Comenzaré hablando sobre el funcionamiento del GPS de mi coche, sé que puede parecer extraño, pero más adelante entenderán el porqué de mi introducción. El sistema de posicionamiento global de mi vehículo tiene los mapas de los países de Europa, estos mapas tienen los planos de las ciudades del país. Para llegar a un destino, por default el selecciona el país en el que estoy, a menos que yo lo cambie. La información que debo darle para que me lleve a donde quiero ir son la ciudad y la dirección. Entonces él, en base al mapa que tiene en su disco duro, me guía hacia el destino que requiero de la forma más simple. Cabe resaltar que si no actualizo el sistema en la casa de la marca del automóvil cada tres o cuatro años, pueden haber variaciones en los mapas porque las calles de las ciudades pueden cambiar.
¿Qué pasaría si el mapa del GPS estuviera mal? Seguramente permaneceríamos mucho tiempo dando vueltas y vueltas sin llegar a nuestro destino.
En nuestra vida pasa lo mismo. Me gustaría que por un momento se imaginarán que ustedes son uno de estos GPSs y que su mapa mental está constituido por toda la información que han recibido de su entorno (circulo social, padres, centros educativos, medios, religión, país, cultura…). Está claro que cada uno de nosotros tendremos nuestro propio mapa; podremos tener similitudes con los demás, sobretodo con las personas cercanas, pero cada una tiene el suyo particular.
Por decirlo de alguna manera nuestro mapa mental es nuestra identidad, es ese conjunto de conceptos y creencias que rigen nuestro comportamiento y que se constituyen como las lentes con las que interpretamos todo lo que sucede en nuestro exterior. Es importante aclarar que mucha de la información que constituye nuestra identidad, nos acerca a la plenitud, pero mucha, convierte nuestra vida en un camino de espinas.
A donde quiero llegar con esto, es a que comprendamos que el impacto que tiene lo que no controlamos (lo que sucede en el exterior, lo que hacen los demás) sobre nosotros, depende única y exclusivamente de lo que sí controlamos (yo mismo).
Si nuestro mapa mental está contaminado (miedos, complejos, necesidad de reconocimiento, carencias afectivas, dependencia, necesidad de compararse, complejo de superioridad e inferioridad, inseguridad, baja autoestima, rigidez…) Es evidente que dirigirnos hacia la felicidad será imposible, porque todo lo que suceda será interpretado a través de ese conjunto de creencias y conceptos que en vez de producirnos un estado interno de satisfacción, nos producen un estado interno de insatisfacción y tristeza. Entonces al igual que el GPS, si nuestra información interna es negativa, nuestra percepción de la realidad también lo será.
Pondré un ejemplo simple y mundano para que sea más gráfico. Supongamos que hay dos personas de viaje en la india, llega el momento de comer y como están en una ciudad alejada, encontrar comida occidental es prácticamente imposible. Una de ellas desde muy pequeña tiene las siguientes ideas mentales:
- La única comida sana y buena es la de mi país.
- Es mejor no probar cosas nuevas, puedo enfermarme.
- Me gusta la comida sin ningún condimento.
La otra tiene las siguientes:
- Siempre hay que probar cosas nuevas, lo peor que puede pasar es que no me guste pero así sabré que no me gusta.
- Amo la aventura y descubrir nuevas culturas,
Por largo rato han buscado un restaurante que se adapte, pero al verlo imposible y necesitando comer cuanto antes, deciden detenerse y se disponen a comer en un restaurante típico de la ciudad ¿Cuál de estas dos personas va a pasar un mal rato? La respuesta es simple, la que tienen limitaciones mentales sobre qué y cómo se debe comer.
Me gustaría aclarar que tener gustos distintos es perfecto, pero que nuestra rigidez mental puede en vez de ayudarnos a pasarlo bien, ser nuestro enemigo.
Este ejemplo es muy tonto, pero si buscamos las creencias que nos detienen o que nos alejan de la felicidad en cada uno de los aspectos de nuestras vidas, podremos eliminarlas y abrirnos a un mundo de oportunidades.
La pregunta que debemos hacernos en este momento es: ¿Cuáles de mis conceptos y creencias mentales me están alejando de la felicidad?
Está claro que no toda la información que está en nuestra mente es negativa, pero como lo que queremos es tener una vida plena y llena de alegría, tendremos que eliminar de nuestro mapa mental, todos los conceptos que nos alejan de nuestro destino.
En conclusión, hay dos componentes que nos llevan a ser felices, uno es sustituir la información mental que nos hace daño, por información que nos de plenitud y el segundo es aprender a gestionar nuestro conflicto interno. El proceso es el mismo para todos, ahora bien, La aplicación en cada caso será distinta y dependerá de cuán flexible puede llegar a ser una persona, de cuantas ganas tenga de llegar a su destino y de la cantidad de creencias y conceptos negativos que haya ido acumulando en el transcurso de su vida, Pero de esto hablaremos en los siguiente post.
Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com
Video de 60 segundos sobre el tema
“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo” Gandhi
Genial! Gracias por tan lindo articulo!
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