En el artículo anterior “¿Por qué repito una y otra vez la misma historia? 1ª Parte”, hablamos sobre la ley de causa y efecto y explicamos que cuando repetimos una situación varias veces en nuestra vida, significa que hay algo que estamos haciendo nosotros (CAUSA) que está produciendo el mismo resultado (EFECTO) una y otra vez.

La única manera de evitar caer en un patrón repetitivo, es encontrar la causa y corregirla.

El día de hoy con un caso mostraré cómo a través de preguntas y respuestas podemos llegar a encontrar el origen de nuestra insatisfacción. Este ejercicio es un ejemplo ficticio pero hará la práctica más gráfica.

Caso práctico

  1. Lo primero que tenemos que hacer es identificar la circunstancia que nos está causando dolor, angustia, estrés, sufrimiento… Esto es muy importante, porque en ocasiones enmascaramos la verdad, con la finalidad de no enfrentarla.

Coach: Lucía, me gustaría que me dijeras qué está generándote sufrimiento o insatisfacción en este momento.

Lucía: Mi superior no valora mi trabajo y me sobrecarga de tareas, estoy agotada, no puedo más.

Usualmente pensaríamos que el jefe de Lucía es bastante negativo, y no digo lo contrario, puede que lo sea. Pero en esta ocasión vamos a comenzar un trabajo de análisis profundo para encontrar por qué Lucía está embotellada en esta situación, y por está razón evitaremos culpar a los demás.

  1. El segundo punto será comenzar a analizar en qué otras situaciones del pasado o de nuestro presente encontramos experiencias similares a la que hemos identificado en el primer punto. En este caso Sentirse infravalorada y sobrecargada.

Coach: ¿Te has sentido de la misma manera otras veces?

Lucía: En realidad siempre he vivido lo mismo en todos mis trabajos, quizás la intensidad haya sido diferente, pero el fondo es el mismo.

Coach: ¿Puedes identificar el mismo patrón en otro aspecto de tu vida? Quizás con tu pareja o con tu familia cuando eras más joven.

Lucía: No creo, mis padres fueron siempre muy buenos.

Coach: Estoy segura de ello, pero es necesario ahondar para encontrar el origen de tu problema ¿Eran tus padres muy exigentes? ¿Cómo era tu relación con ellos?

Lucía: Déjame pensar… A decir verdad para mi padre nunca era suficiente lo que yo hacía, siempre faltaba algo. Amo a mi padre, por favor no me malinterprete, pero siento que viví siempre intentando hacer cosas para que él se sintiera satisfecho. Estudiaba para ser la mejor, aprendí varios idiomas, estuve en el equipo de atletismo, toque el piano, me gradué con honores; pero aún así, para él siempre faltaba algo.

Coach: ¿Cómo es un día normal en tu hogar?

Lucía: Soy una persona muy dedicada, me gusta hacer las cosas bien. Despierto temprano en la mañana, hago el desayuno mientras mi marido baña a los niños y  luego los llevo al colegio y voy a la oficina.

Coach: ¿Sientes alguna sobrecarga de tareas en casa?

Lucía: Bueno, mi marido es un buen hombre, pero la verdad, en lo referente al estudio de los niños y a su alimentación prefiero hacer todo yo. Antonio es un poco despistado y sinceramente siento que no sabe cocinar, puede darle cualquier cosa a los niños para terminar rápido, y con los deberes ya ni le digo. Si no lo superviso yo, se quedan sin hacer.

Coach: ¿Desconfías de las capacidades de Antonio?

Lucía:

Coach: Entiendo. Dices que en la mayoría de tus trabajos has experimentado la misma sensación, me gustaría saber, ¿Al cuanto tiempo de comenzar a trabajar, te das cuenta de que has entrado en el mismo patrón?

Lucía: Ay no sé, es muy rápido ¿A los tres meses? No sé.

Coach: ¿Puedes identificar algún comportamiento tuyo, que motive a los demás a sobrecargarte?

Lucía: Soy muy organizada y perfeccionista, quizás hago bien las cosas y por eso me ponen más tareas.

Coach: Dices que no te sientes valorada pero que te ponen a hacer más cosas porque las haces bien ¿Tiene algún sentido? Si te dan más tareas quizás es porque sí valoran tu trabajo ¿No crees?

Lucía: … A ver. Yo trabajo con gusto, pero me incomoda mucho que no reconozcan mis logros, y mi superior no lo hace.

Coach: Cuando alguien te pide algo y tú no quieres hacerlo, ¿Te cuesta decir no?

Lucía: Nunca digo que no, siempre estoy disponible, me gusta ayudar a la gente, el problema es que no siento que los demás me correspondan. Cuando hago un favor a alguien, luego quiere otro y otro hasta que llega un momento que me siento asfixiada, pero no sé cómo salir de ahí. No sé cómo.

Coach: ¿Cuál es tu intención cuando haces algo por alguien?

Lucía: ¿Intención? No entiendo muy bien.

Coach: La intención es lo que nos motiva a hacer algo. Supongamos que la intención es como un iceberg, recuerda que solo el 10% de él está en la superficie, y el resto escondido. Usualmente cuando hacemos algo además de la intención que permitimos que se vea, hay otras sumergida. Cuándo haces algo por alguien, ¿Qué es lo que te motiva? Y quiero saber las motivaciones escondidas.

Lucía: Ay no sé, ayudar… no sé no sé.

Coach: Tranquila. Me dijiste anteriormente que hacías muchas cosas para encontrar la aceptación y el reconocimiento de tu padre. ¿Podría esa búsqueda ser parte de tu motivación?

Lucía: … A decir verdad, sí. Pero nunca lo había pensado así. Me doy cuenta que siempre estoy intentando complacer a los demás, con mi marido es igual, hasta con mis hijos. Creo que he llegado a priorizar a los otros por encima de mí con el fin de agradar y la gente se aprovecha.

Que tonta he sido, todos estos años dejándome de lado y sobrecargándome yo misma con tareas que no me corresponden, o que los otros pueden hacer por sí mismos. Todo por mi afán de ser aceptada.

Conclusión

En el caso de Lucía, podemos ver claramente que la necesidad de ser aceptada originada en su niñez, produjo en ella una creencia limitante en la que inconscientemente piensa que si hace todo perfecto y además se carga con la labores de los demás, será indispensable para los oros y por lo tanto aceptada y querida. 

Este comportamiento erróneo, es la causa que produce el efecto que hace sufrir a Lucía. Inconscientemente su intención es ser aceptada y recibir reconocimiento o cariño de los demás, Esto la lleva a tener un comportamiento que termina por esclavizarla y antes de producir lo esperado, produce insatisfacción.

Es importante aclarar que eso que ella busca en el exterior, es lo que necesita comenzar a satisfacer por sí misma. Mientras siga teniendo el mismo comportamiento, seguirá produciendo el mismo efecto.

Muchas veces las personas buscan un cambio en su vida y se frustran al no ser capaces de encontrarlo, el problema está en que esperan que el cambio venga de fuera sin percatarse de que la única forma en la que podemos modificar nuestras circunstancias de vida, es tomando responsabilidad de nuestros actos, haciéndonos conscientes de nuestros errores y corrigiéndolos.

Video de 60 SEGUNDOS DE REFLEXIÓN

© Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com

“Si buscas un resultado diferente, no hagas siempre lo mismo” Einstein

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