En el artículo anterior, ”Tu pensamiento define tu estado de ánimo 1ª parte”, hablamos sobre cómo cuando nuestra cabeza está enfocada en pensamientos negativos, el sufrimiento se apodera de nosotros. Si rememoramos mentalmente acontecimientos que nos han causado dolor, traemos al presente emociones que nos generan bastante malestar.

El día de hoy compartiré con ustedes unos pasos a seguir, que en mi caso han funcionado muy bien. Como comenté anteriormente, cuando me doy cuenta que me estoy dejando llevar por pensamientos que en vez de sumar, me restan; pongo en marcha el siguiente proceso con el fin de regresar a mi equilibrio, y gestionar mi estado de Ánimo.

Cuadernillo de trabajo

En mi caso habían tres ideas que me estaban intoxicando, las analicé muy bien y comencé a trabajar en cada una en una, respondiendo las siguientes cuestiones:

1.   Describir la situación

Este punto es sencillo y nos ayuda a desahogarnos. La idea es describir la situación como la percibimos y expresar todo lo que sentimos.

No tengas miedo, lo que escribas será para ti, así que puedes escribir todo lo que necesitas para sacar de tu interior la negatividad. Es importante escribirlo en un papel, recordemos que nuestra mano es más lenta que nuestro cerebro y esto nos permite observar toda la información que nos estamos diciendo a nosotros mismos, al mismo tiempo que la sacamos al exterior sin desquitarnos con nadie.

2.   ¿Quienes son los personajes involucrados?

El segundo paso es extraer del escrito anterior a los personajes involucrados. Esto nos ayudará a determinar cómo estamos percibiendo a cada uno de los implicados. Es muy importante hacernos conscientes de que podemos estar cayendo en el error de juzgar a los demás sin conocer todas las variables que los han motivado a actuar como han actuado.

Juzgamos a otros cuando esperamos que se comporten como desde nuestro punto de vista sentimos que es correcto. Pero lo que es correcto para mí, puede no serlo para ti.

3.   ¿Estoy observando la situación como algo que me ha dañado?

Es evidente que si estamos trabajando con la situación es porque nos hemos sentido agredidos de alguna manera, lo importante en este punto será definir por qué nuestra mente está poniendo el foco en lo negativo. Tenemos que identificar cómo sentimos que nos daña. Es muy importante ser sinceros con nosotros mismos, preguntas como:

  • ¿Está situación me amarga por qué no estoy obteniendo lo que quiero?
  • ¿Me siento mal porque la otra persona no actúa como yo esperaba?
  • ¿Me irrita que las cosas no hayan salido como yo pensaba?

Si respondemos estas preguntas con la verdad, saldremos fácilmente porque comenzaremos a ser objetivos y por ende, nos daremos cuenta de que posiblemente nos hemos enfocado solo en nuestras necesidades sin tener en cuenta las de los demás

4.   ¿La situación corresponde al pasado?

Si las cosas ya pasaron, no hay nada que podamos hacer para que eso que ya fue cambie, lo que sí podemos hacer es utilizar la experiencia como herramienta de aprendizaje, y determinar qué comportamiento nuestro nos llevo a obtener ese resultado indeseado por ley de causa y efecto.

5.   ¿Tener estos pensamientos me hace bien?

Para mí este punto es vital ¿Sabes cómo hacen los actores para grabar escenas de llanto, ira o tristeza? Se remiten a recuerdos del pasado que les han hecho sentir esas emociones, en su caso es una herramienta interesante, pero en nuestro caso rememorar eventos con los que nos hemos sentido mal es una tontería.

Aunque no nos demos cuenta, estamos en el lugar en el que está nuestra mente, por lo tanto, cada vez que nuestra cabeza tenga la imagen de la situación en la que hemos sentido dolor, inmediatamente nuestro estado de ánimo comenzara a ir por el mismo camino.

La próxima vez que te percates de que estás teniendo recuerdos insatisfactorios, sustitúyelos inmediatamente por ideas positivas, sal a correr, ponte a hacer pasteles o haz cualquier cosa que te saque de ese lugar.

6.   ¿Conozco todas las variables que han llevado a la persona a actuar de esa manera?

Muchas veces tildamos a las personas de malas o tóxicas por el simple hecho de no actuar como nosotros. Recordemos que cada uno vive su realidad, aprende a enfrentarla de una manera determina y tiene sus propias circunstancias de vida. Si no conoces todos los entresijos de una circunstancia mejor no juzgues al otro, no tiene sentido.

7.   Observar la situación como algo neutral

Esto puede llegar a ser difícil pero cuando lo logramos, nuestra paz, nuestro estado de ánimo y nuestro equilibrio se mantienen intactos. Parece complejo pero después de haber pasado por todos los filtros anteriores, llegarás a la conclusión de que lo que sucedió simplemente sucedió, y que seguir pensando en el por qué o en otras posibilidades, solamente te condena al sufrimiento.

 

Lo más valioso que tenemos en la vida es nuestra capacidad de ser felices. La felicidad no es algo que este afuera o que nos den o nos quiten los demás; La felicidad es nuestra mayor responsabilidad. De hoy en adelante elimina de tu mente todo lo que te quita la paz. La oportunidad de vivir es única, no la desperdicies.

Video de 60 Segundos de reflexión relacionado a este artículo.

©Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com

La vida es una obra de teatro, tu obra de teatro y solo tú puedes elegir el personaje que interpretas cada día.

Yo he elegido ser feliz ¿y tú?