En definitiva la única manera de mejorar nuestra vida y la forma como nos relacionamos es corregir los errores que comentemos, siempre hago referencia a dos leyes muy importantes que rigen nuestra vida, son la ley de causa y efecto y la ley de correspondencia, hoy nos concentraremos en causa y efecto o mejor conocida como karma. Esta ley nos dice que cada acción pensamiento e intención que tengamos, producen un efecto en nuestras vidas.

Si estamos experimentando hoy un efecto o como suelo llamarlo un resultado que para nosotros es insatisfactorio, la clave estará en reconocer cuál ha sido la causa que lo ha generado; de esta forma podremos eliminar ese comportamiento pensamiento o intención de nuestra vida para no producir nuevamente los resultados insatisfactorios.

En el artículo de hoy vamos a observar y analizar algunos errores que solemos cometer cuando nos relacionamos con los demás, esto aplica para todo tipo de relaciones (afectivas, laborales, familiares, políticas, etc).

Causas del deterioro de nuestras relaciones

1ª No aceptar las diferencias

Cada uno de nosotros crecemos en entornos diferentes. La información que recibimos de nuestra sociedad, religión, padres y familiares, herencia genética, posición socioeconómica…), determina nuestra identidad y esta nuestra manera de percibir el mundo.

Es importante que tengamos en cuenta que los seres humanos somos distintos por esto no podemos esperar que los demás se comporten como nosotros queremos.

En el caso de las relaciones amorosas escucho a muchos decir: “Me gusta casi todo de él/ella pero hay una cosa que le haré cambiar, seguro que por mí lo hace”. Error, nadie va a cambiar por nadie, la gente cambia por sí misma y lo hace cuando le apetece. Si desde un principio no aceptas al otro tal y como es, es mejor que busques otro candidato/a.

Las interacción sana, del tipo que sea, entre seres humanos se basa en la libertad y el respeto; querer cambiar a los demás es un claro síntoma de egoísmo.

Falto al respeto al otro cuando pretendo cambiarlo porque no lo acepto tal y como es.

2ª Falsas creencias

El sistema de creencias es el conjunto de condicionamientos y límites que guían nuestra vida y que determinan cómo percibimos e interpretamos el mundo que nos rodea. Como mencioné anteriormente nacen a partir de la información que recibimos del entorno en el que crecemos; por esta razón, cada uno desarrolla una percepción única y particular.

A partir de todas las experiencias que tenemos desde pequeños y del ejemplo de las personas que nos rodean, creamos límites y juicios sobre lo que es correcto o incorrecto, positivo o negativo e infinidad de polaridades que determinarán cómo entendemos el mundo que nos rodea; en otras palabras sólo hay una realidad con infinidad de percepciones que no son ni buenas ni malas, simplemente son diferentes.

El elemento disfuncional está en que solemos reaccionar de forma negativa frente a lo que desde nuestros creencias pensamos que el otro hace mal y podemos llegar a tener comportamientos agresivos (silencio, molestia, apatía, distancia, falta de empatía).

Lo que es correcto para ti, puede no serlo para quien está a tu lado.

3ª Necesidad de tener la razón  e imponer nuestro punto de vista

Uno de los comportamientos más dañinos hoy en día es la necesidad de imponer nuestro punto de vista antes de entender la postura del otro. Cuando hay diferencias lo primero que tenemos que hacer es darnos la oportunidad de escuchar al otro para conocer todas las variables que desde su punto de vista, lo hacen actuar como actúa.

La capacidad de ser empáticos y lograr observar la situación como la ve el otro, será una fantástica herramienta para que a través de la comprensión y la comunicación se pueda negociar y llegar a acuerdos provechosos para las dos partes.

4ª Falta de comunicación

Aunque todos somos iguales y tenemos los mismos derechos, cada uno es muy distinto, es ahí donde está lo bonito de interactuar con los demás. Si queremos evitar que nuestras relaciones se deterioren, es vital que entendamos cómo funciona la persona con la que estamos compartiendo, cuáles son sus necesidades, sus gustos, sus preferencias. El éxito de una relación está en hablar con el otro abiertamente no solo de nuestras emociones y sentimientos, sino también comunicarnos para llegar a acuerdos que permitan una convivencia adecuada y armónica para las dos partes.

5ª Agresión

La necesidad de agredir incluso cuando lo hacemos de forma inconsciente, es una consecuencia de no aceptar a las personas como son. No pienso hablar del maltrato físico porque está claro que quien actúa de esta forma tiene un grave problema en su interior. Hablo del maltrato psicológico, verbal y el de actitud.

¿Cuántas veces no dejamos de hablar con nuestra pareja por el simple hecho de que no se ha comportado como esperamos? ¿En cuántas ocasiones respondemos fuerte o con rabia antes de aclarar las situación? ¿Cuántas veces nos enfadamos por cosas que posiblemente el otro ni siquiera sabe que nos molestan? ¿Suponemos en nuestra mente que debería saberlo? ¿Acaso esperamos que la persona que tenemos al lado sea adivina?

Cualquier forma de agresión mina nuestras relaciones porque destruye el sentimiento, produce adrenalina en nuestro cuerpo y poco a poco nos quita las ganas de compartir con el otro.

Conclusión

Si en realidad queremos vivir en armonía es indispensable dejar el juicio a un lado, lo bueno y malo depende de la información que hemos recibido desde muy pequeños, y cada uno ha recibido la suya.  

Comenzar a aceptar que pensamos diferente y que cada uno tiene derecho a tener su propia opinión, nos ayudará a abrir un espacio de diálogo a través del cual podamos comunicarnos y llegar a acuerdos en los que las dos partes ganen.  

Hace muchos años uno de mis profesores definió la palabra negocio como el acuerdo de beneficio en el que las dos partes obtienen ganancia. Entonces, apliquemos este concepto en nuestras relaciones, entendamos que la idea no es sacar ventaja y tener bienestar individual, sino más bien que todos los involucrados estén satisfechos.

Video de 60 segundos sobre las 5 causas de conflicto interpersonal

Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com

“Un corazón abierto es una mente abierta” Dalai Lama

Foto: fotolia.com