En el artículo anterior, si vas a hacer una suposición intenta que sea positiva 1ª parte; hablamos sobre la importancia de evitar las suposiciones. Como sabemos que esa costumbre tan malsana está muy arraigada en nuestra mente, podemos comenzar por sustituir nuestras suposiciones negativas por pensamientos positivos mientras tenemos la oportunidad de aclarar la situación.

El día de hoy plantearemos una situación y llenaremos un cuadernillo de ejemplo, con el fin de que puedan hacer el ejercicio en cualquier momento.

Caso práctico

Adolfo (el jefe)

La relación de Adolfo con Carlos era bastante cordial. A Adolfo se le informó que en la compañía quedaría una vacante a su mismo nivel pero en otra división, le preguntaron si tenía a alguien en mente para ocupar el cargo. En su cabeza, inmediatamente apareció Carlos; su propuesta fue aceptada. Le pidieron que fuera reservado y no comentara nada porque la plaza aún no estaba segura y lo mejor era manejar la situación con prudencia.

Adolfo sabía que Carlos era el mejor candidato, él era uno de los más productivos no solo en su división sino en la compañía. Si a Carlos le daban la plaza se quedaría sin un excelente eslabón, por lo tanto se puso en la tarea de entrenar a otro de sus subalternos para que en dado caso pudiese desempeñar las labores de su compañero.

Comenzó quitándole algunas responsabilidades a Carlos y le pidió que  ayudara en la capacitación de Mario. Adolfo decidió no comentarle nada a Carlos sino hasta que la plaza saliera porque no quería que se llevara ninguna decepción.

Carlos (el empleado)

Carlos comenzó a notar que Adolfo le quitaba responsabilidades y se sintió incómodo, su manera de relacionarse con su superior se volvió tensa. Se sentía desplazado y pensó que lo que Adolfo quería era sustituirlo y dejarlo sin trabajo.

Esta idea mental lo llenó de miedo y malestar interior, sus días de trabajo pasaron de ser agradables a insoportables aunque no lo expresaba. Todos estos sentimientos se iban acumulando en su interior.

Cuadernillo de Trabajo

1.    Definir su polaridad y origen

Determinar si nuestra idea mental es negativa o positiva y si ha nacido en nuestro ego (inconsciencia) o en nuestra ser (consciencia) es el primer paso.

Origen:

  • ¿Esto que estoy pensando me genera algún tipo de sensación, emoción o sentimiento doloroso?

Carlos: Sí. Me siento poco productivo, mi jefe me está haciendo la guerra para echarme, tengo miedo y he comenzado a sentirme mal.

Tu turno: _______________

Si la respuesta es afirmativa la suposición se ha originado en el ego o inconsciencia. Recordemos que todo lo que nos produzca sensaciones, emociones, pensamientos o cualquier sentimiento negativo interno, nace en nuestro ego; mientras que todo lo que nos produzca paz interior ha nacido en nuestra consciencia. ¿Quién dirige mi diálogo interior?

Polaridad:

  • ¿La suposición se ha originado en mi ego?

Si la respuesta es afirmativa, la suposición es de polaridad negativa y tendremos que gestionarla.

Carlos: Sí ha nacido en mi ego porque me produce sensaciones, emociones, pensamientos y sentimientos negativos. por esta razón, su polaridad de mi idea mental es negativa.

Tu turno: _______________

2.    Desenmascararla

Comenzaremos intentando identificar si eso que estamos pensando es real o es parte de nuestra imaginación

  • ¿Lo que estoy pensando está sucediendo realmente o simplemente es una sensación o una idea imaginaria mía?

Carlos: Yo pienso que mi jefe me está desplazando porque quiere reemplazarme por mi compañero. Ahora bien, es lo que yo pienso, no le he preguntado a mi jefe si es así o no.

Tu turno: _______________

Si lo que nos está dañando solo tiene lugar en nuestra mente, en este momento tendremos que hacernos la siguiente pregunta:

  • ¿Vale la pena sufrir por un evento imaginario?

Carlos: No vale la pena sufrir por algo que no sé si es verdad.

Tu turno: _______________

3.    Reflexionar

En este paso intentaremos ver qué hábito o costumbre nos lleva a pensar de esta manera.

  • ¿Tiendo a ver las cosas desde el lado negativo?

Carlos: Sí.

Tu turno: _______________

  • ¿Estoy intentando victimizarme?

Carlos: Puede que sí, suelo hacerlo en ocasiones.

Tu turno: _______________

  • ¿Lo que estoy pensando me lleva hacia algún lugar?

Carlos: Hasta ahora no me ha llevado a nada agradable, me siento mal y he perdido la motivación laboral.

Tu turno: _______________

  •  ¿Podría pensar de manera diferente?

Carlos: No lo sé, creo que si me lo propusiera podría.

Tu turno: _______________

  • ¿Qué me puede ayudar a cambiar de perspectiva?

Carlos: Creo que hablar directamente con mi superior y preguntarle porque está teniendo la actitud que tiene.

Tu turno: _______________

4.    Sustituir

Este punto es indispensable para el cambio, en el tendremos que buscar una idea que nos de tranquilidad, para sustituir la que nos produce malestar interior. Como mencionamos en el post de la semana pasada, nuestro pensamiento debe ser voluntario, dirigido y sostenido.

Voluntario: Aparece en nuestra mente porque lo deseamos, somos nosotros quienes elegimos ponerlo ahí.

Dirigido: Enfocado en puntos que construyan.

Sostenido: Debemos evitar que nuestra cabeza regrese a ideas que nos estancan o destruyen.

  • ¿Qué idea puede ayudarte a sentirte mejor mientras llega el momento de hablar con Adolfo?

Carlos: Siempre hemos tenido una buena relación profesional, en las evaluaciones de desempeño me da muy buena calificación, sé que trabajo bien y que no he hecho nada para que me quieran sustituir. Estoy seguro de que si hablo con Adolfo, habrá una explicación.

Tu turno: _______________

  • ¿Esta idea te da tranquilidad?

Carlos:

Tu turno: _______________

5.    Actuar

Ahora que estamos en paz y nuestro pensamiento no nos está haciendo presos de ideas malsanas y destructivas, podremos ser objetivos y acercarnos al otro para aclarar la situación escuchándolo con empatía.

Al lunes siguiente, Carlos se dirigió al despacho de su superior y le comentó lo que sentía. Adolfo se dio cuenta que quizás había cometido un error al no comentarle que había una vacante que supondría un ascenso para él.

Le explicó que lo había hecho porque la junta había pedido prudencia ya que el cargo no estaba asegurado y tampoco quería generar falsas expectativas en uno de sus mejores trabajadores.

Cuando Carlos escuchó a Adolfo entendió que había estado sufriendo por varios días al aferrarse a ideas que solo habían sucedido en cabeza.

Dejarnos llevar por ideas mentales puede ser peligroso, cuando sentimos algo negativo o pensamos que algo está sucediendo, antes de sumergirnos en películas de miedo que nos producen sufrimiento, gestionemos lo que pensamos y atrevámonos a aclarar la situación.

©Escrito por Catalina Lobo para VALORARTEblog.com

“Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real.” Miguel Ruiz, extracto del libro los cuatro acuerdos.